Visión

Una pregunta que conformó una visión distinta de la medicina

Durante mis años de ejercicio profesional he visto evolucionar la medicina. Las nuevas técnicas diagnósticas han permitido conocer mejor la anatomía y fisiología de los órganos, permitiendo que de forma paralela se desarrollasen nuevos fármacos y terapias más efectivas en el tratamiento de las enfermedades de dichos órganos. La medicina avanzaba mucho. Se detectaban más fácilmente las alteraciones anatómicas y funcionales y se controlaban cada vez mejor los parámetros de salud básicos y las descompensaciones agudas mediante fármacos, técnicas quirúrgicas y otras terapias.

Entonces… ¿Por qué no mejoraba en la misma medida la evolución de la enfermedad crónica en los pacientes? Esta fue la pregunta que cambió mi visión de la medicina. Avanzaba la medicina pero la evolución y la calidad de vida de los pacientes era frecuentemente desfavorable, con ingresos repetidos y cada vez más polimedicados. Y no nos preguntábamos por las causas de dichas alteraciones anatómicas y funcionales.

  • ¿Los alimentos, los procesados, los cocinados, los nutrientes, los microorganismos intestinales, los tóxicos, el ejercicio, los factores estresantes… y especialmente los micronutrientes y sus metabolitos, podían influir en la manifestación y persistencia del proceso crónico diagnosticado? ¿Todos estos factores podían influir en la expresión de los genes? ¿Las alteraciones anatómicas y funcionales detectadas podían remitir actuando sobre estos factores?…

Un enfoque médico distinto

Desarrollando mi profesión comencé a intuir que la respuesta a muchas de estas cuestiones era afirmativa y que la mayoría de las alteraciones bioquímicas, microbiológicas y genéticas causales sí que podían corregirse.

  • Investigué sobre temas poco estudiados en medicina clínica como la oxigenación y la energía de las células, la oxidación, glicación e inflamación en los tejidos, las moléculas tóxicas, las radiaciones electromagnéticas, los micronutrientes y sus metabolitos activos, el desequilibrio nutricional, la influencia de los fármacos sobre los micronutrientes, las enzimas digestivas y metabólicas, las fibras prebióticas, los probióticos, los postbióticos, el microbioma intestinal y de otras mucosas, la sensibilidad e intolerancia alimentarias, la sensibilidad química y electromagnética, la actividad física, el sueño, el estado psíquico, las emociones y actitudes, las predisposiciones genéticas, las moléculas epigenéticas…
  • Revisé y analicé estudios publicados. Asistí a eventos científicos, me relacioné con expertos en el campo, apliqué los nuevos conocimientos adquiridos, comencé a obtener buenos resultados en mis pacientes…
  • Y llegué a la conclusión de que era necesario un enfoque médico que completara al diagnóstico y tratamiento aplicado habitualmente a los pacientes con enfermedades crónicas.