Alteraciones genéticas

Alteraciones bioquímicas, microbiológicas y genéticas causales

¿Qué son?
Las alteraciones bioquímicas y microbiológicas causales considero que son las alteraciones en las moléculas y microorganismos más implicadas en las patologías “crónicas” comunes.

Las moléculas y los microorganismos más implicadas en la enfermedad de una persona y esenciales para la vida y la salud, dependientes de los factores externos (alimentación, nutrientes, tóxicos, radiaciones, ejercicio, sueño, tensión psíquica…), considero que son:

  • Moléculas ATP (adenosin trifosfato), principal fuente de energía para las funciones celulares y del organismo.
  • Moléculas AntiInflamatorias MAI, que inflaman y pueden deteriorar los tejidos.
  • Moléculas ProInflamatorias MPI, que desinflaman y reparan los tejidos.
  • Moléculas antioxidantes.
  • Moléculas oxidantes o radicales libres.
  • Moléculas tóxicas provenientes de: tabaco, alcohol, drogas, manipulación de los alimentos (procesado, almacenado y cocinado), contaminantes alimentarios, contaminantes de productos domésticos (detergentes, limpieza, ambientadores…), contaminantes de productos para cuidado personal (jabones, desodorantes, lociones, tintes, perfumes, cosméticos…), contaminantes ambientales (aire, suelo, agua…), radiaciones electromagnéticas (antenas, wi-fi, pantallas, iluminaciones, aparatos, puntos geopáticos…), metales pesados (mercurio, cadmio, plomo…), aditivos (aspartamo, benzoatos, nitratos, nitritos, sulfitos, BHA, BHT, glutamato, colorantes sintéticos…), fármacos…
  • Oxígeno, que llega a las células y es utilizado por ellas.
  • Nutrientes básicos: vitaminas (retinol, vit. D3, alfatocoferol, vit. C y complejo B), vitaminas activadas (piridoxal-5-fosfato, metilcobalamina, dibencozida, L-metilfolafo…), minerales esenciales (calcio, magnesio, potasio, fósforo, cloro, sodio, azufre, hierro, zinc, cobre, selenio, cromo, manganeso, molibdeno, flúor, boro, yodo y silicio), colina, ubiquinona (coenzima Q10), ácido R-lipoico (ácido lipoico), ácidos grasos omega 3 ALA, ETA, EPA y DHA, ácidos grasos omega 6 LA, GLA, DGLA y AA, y aminoácidos esenciales (leucina, valina, isoleucina, lisina, fenilalanina, treonina, metionina y triptófano).
  • Otros nutrientes: carnitina, taurina, azúcares (glucosa, fructosa…), ácidos grasos saturados de cadena larga (palmítico, mirístico…), ácidos grasos saturados de cadena media (láurico, caprico, caprílico, caproico…), ácidos grasos trans, aminoácidos (cisteína, glutamina…), proteínas, grasas, carbohidratos…
  • Fibras, insolubles: celulosa, hemicelulosa, lignina… y solubles: pectinas, gomas, mucílagos, fructooligosacáridos (FOS)…
  • Fitoquímicos: carotenoides (betacaroteno, luteína, licopeno, zeaxantina…), isoflavonas, bioflavonoides (quercetina, resveratrol, curcumina, silimarina…), fitoesteroles…
  • Enzimas digestivas, producidas por el sistema digestivo y aportadas por los alimentos: proteasas, lipasas, amilasas, celulasa, lactasa, maltasa, fitasa, sacarasa, DAO, bromelina, papaína, actinidain…
  • Bacterias en el intestino o flora intestinal: colonias de billones de bacterias: Bacteroides, Prevotella, Ruminococcus…
  • Microorganismos en los tejidos: billones de bacterias, hongos, virus…, en piel y mucosas del tubo digestivo, uretra, vagina, vías respiratorias…

Las alteraciones bioquímicas y microbiológicas causales considero que son:

1. Alteraciones en estas moléculas y microorganismos más implicadas en las patologías “crónicas” comunes, como son:

  • Deficiente producción de moléculas energéticas ATP (energía) por las células.
  • Exceso de moléculas proinflamatorias MPI.
  • Falta de moléculas antiinflamatorias MAI.
  • Exceso de moléculas oxidantes (radicales libres).
  • Falta de moléculas antioxidantes.
  • Exceso de moléculas tóxicas.
  • Deficiente oxigenación celular.
  • Falta de nutrientes básicos y de sus formas activas.
  • Falta o exceso de otros nutrientes.
  • Falta de fibras.
  • Falta de fitoquímicos.
  • Falta de enzimas digestivas.
  • Alteraciones del microbioma intestinal (flora intestinal).
  • Alteraciones de los microorganismos en piel y mucosas.
  • Alteraciones del estado energético: estrés electromagnético.

2. Alteraciones genéticas.
Alteraciones muy interrelacionadas entre sí, decisivas en la manifestación y persistencia de patologías “crónicas” en una persona, y que dependen de la interacción entre sus genes con instrucciones erróneas y los factores externos desfavorables, actuando estos últimos mediante una acción directa y modificando el epigenoma de dichos genes, influyendo así en su activación (expresión). Algunas de estas alteraciones genéticas son las que predisponen a la persona a presentar tendencias patológicas como:

  • Tendencia genética al exceso de inflamación en los tejidos, o predisposición a la inflamación “crónica”.
  • Tendencia genética al exceso de oxidación en los tejidos, o predisposición al estrés oxidativo.
  • Tendencia genética al exceso de moléculas tóxicas, o predisposición a no eliminar correctamente las moléculas tóxicas que recibe o produce.

Tendencias genéticas frecuentes muy condicionadas por los factores externos, que se asocian habitualmente a una deficiente energía celular, un exceso de inflamación y un desequilibrio nutricional, con falta de nutrientes básicos y exceso de nutrientes y tóxicos proinflamatorios, acentuado a menudo por:

  • Una alteración en la conversión de nutrientes en sus formas activas, como por ejemplo la conversión del ácido fólico en la forma activa metilfolato, cuya frecuente deficiencia está relacionada con patologías como las cardiovasculares y la depresión.
  • Una sensibilidad alimentaria de tipo inmunológico que inflama el intestino y separa las células de la membrana que lo recubre, alterando su permeabilidad con lo que aumenta el paso de tóxicos y afecta la absorción de nutrientes. Las sensibilidades alimentarias más conocidas son las de gluten, trigo y lácteos, pero pueden ser a cualquier alimento y aditivo, son muy frecuentes en todas las edades, y se relacionan con patologías que van desde trastornos digestivos, cutáneos y respiratorios hasta enfermedades reumáticas, neurológicas y autoinmunes, incluidas la depresión, la fibromialgia y la fatiga crónica.

Otro tipo de alteraciones genéticas son las causantes de enfermedades genéticas específicas bien determinadas como: fibrosis quística, fenilcetonuria, hemocromatosis, hemofilia, talasemia, síndrome de X frágil…Afortunadamente afectan a un porcentaje muy pequeño de la población y su “puesta en marcha” no depende de los factores externos, aunque con ellos pueden paliarse síntomas y mejorar su evolución.