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Si le han diagnosticado un cáncer, debe ponerse en manos de un oncólogo con el que se produzca una buena sintonía y comunicación.

Además del diagnóstico clínico basado en las pruebas habituales de diagnóstico por la imagen y de anatomía patológica, resulta cada vez más útil y necesario el diagnóstico genético del cáncer. Pídaselo a su oncólogo.

Una vez diagnosticado el proceso que padece, le aconsejo acudir a un médico de medicina micronutricional (micronutrición), para diagnosticar los factores bioquímicos de riesgo y los factores externos causales, e indicarle la terapia micronutricional, aconsejándole sobre alimentación, ejercicio físico, sueño, estrés y emociones.

Igual de importante para una evolución favorable es eliminar y destruir células cancerosas como preservar y mejorar sus células sanas, las funciones de sus órganos y el sistema inmune.

La terapia micronutricional aumenta la eficacia del tratamiento convencional y reduce el daño que produce en las células y órganos sanos, evitando efectos secundarios y secuelas patológicas.

La micronutrición no es fitoterapia ni medicina complementaria o alternativa, es simplemente una rama o especialidad médica que debería integrase en el tratamiento convencional del cáncer y de cualquier enfermedad.

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Si le han diagnosticado un cáncer, debe ponerse en manos de un oncólogo, a poder ser con el que se produzca una buena sintonía y comunicación. Dicho oncólogo junto a diversos colaboradores: cirujanos y otros especialistas, diagnostican el tipo, estadio y grado de cáncer que padece, e indican el tratamiento convencional que debe aplicarse: quimioterapia, inmunoterapia, radioterapia, hormonoterapia, cirugía… etc. Usted y sus familiares deben ser informados en profundidad de la enfermedad que padece y de los posibles tratamientos con todos sus riesgos, respetando siempre sus opiniones y las decisiones que tomen.

Además del diagnóstico clínico basado en las pruebas habituales de diagnóstico por la imagen y de anatomía patológica, resulta cada vez más útil y necesario el diagnóstico genético del cáncer, no solo para conocer el tipo de cáncer desde el punto de vista genético, sino también para conocer el riesgo de metástasis, así como, el tratamiento que debe aplicarse. Un cáncer puede ser de alto riesgo clínico, pero de bajo riesgo genético, o al contrario, siendo el diagnóstico genético fundamental para decidir la opción terapéutica. El tratamiento convencional del cáncer debe decidirse en función del diagnóstico histológico y clínico y del diagnóstico genético. Si usted no dispone de este último, pídale a su oncólogo que le explique el motivo.  

Una vez diagnosticado el proceso que padece, le aconsejo acudir a un médico de medicina micronutricional (micronutrición), para diagnosticar los factores bioquímicos de riesgo y los factores externos causales, e indicarle la terapia micronutricional, aconsejándole sobre alimentación, ejercicio físico, sueño, estrés y emociones. En ocasiones es también necesario acudir a un especialista en control del estrés y las emociones por diversos métodos, como por ejemplo la técnica psicológica: Psych-K. La medicina micronutricional no es medicina alternativa ni complementaria, es una rama esencial de la medicina (tan o más importante que la farmacología) pero marginal en la carrera de medicina y en las distintas especialidades, con un preocupante déficit de conocimientos en los estudiantes y médicos según un reciente estudio. Estamos en una etapa incipiente de esta especialidad médica por diversos motivos, pero es inaplazable la formación en micronutrición en el mundo médico, y la divulgación de la investigación, los avances y los excelentes resultados obtenidos con micronutrientes y sus metabolitos. En un paciente, es tan necesario corregir mediante fármacos parámetros vitales alterados como corregir sus desequilibrios micronutricionales, y esto no es medicina complementaria.

A continuación, viene lo más complicado: que oncólogo y experto en micronutrición se entiendan y actúen en equipo. Óptimamente deberían trabajar juntos para logran una máxima eficacia y mínimos efectos adversos, pero esto pocas veces ocurre, y cada uno actúa por separado. Muchos médicos de medicina convencional no aceptan lo que no tiene una explicación fisiológica que sea acorde con lo que saben. Y muchos médicos de medicina complementaria no aceptan los fármacos ni las terapias agresivas. Deberían comprender que la parte médica micronutricional y causal es insustituible, y que los diagnósticos y tratamientos convencionales son necesarios para controlar a muchos pacientes, formando ambos partes de una medicina eficaz y con posibilidades de curar al paciente. No es bueno para usted que el oncólogo no sepa las otras terapias que sigue, ni que el medico de terapia micronutricional no sepa los tratamientos convencionales aplicados. Ambos especialistas deberían respetarse y aceptarse.

Si su oncólogo considera indicada la cirugía, debe aplicarse para eliminar las máximas células cancerosas de su cuerpo, y también debe intentarse su destrucción mediante terapias oncológicas. Pero igual de importante es preservar y mejorar: sus células sanas, las funciones de sus órganos y el sistema inmune, o la evolución no será favorable. Por más correcta y avanzada que sea la terapia que le aplican, no puede tener éxito a largo plazo si su organismo no está en condiciones de superar la enfermedad y, además, el contexto sigue facilitando la expansión del cáncer. Una relación entre neutrófilos/linfocitos superior a 2 con linfocitos bajos; plaquetas bajas; LDH, VSG y PCR elevados; síntomas clínicos de deterioro físico y psíquico…; son algunos indicadores de que en su organismo hay un exceso de inflamación, una disfunción mitocondrial y una alteración del sistema inmune, revelando que la enfermedad no está controlada y las células madre del cáncer pueden activarse. Podría incluso estar el cáncer bien controlado de acuerdo con las pruebas habituales en oncología, pero no estarlo el estrés oxidativo ni la inflamación, siendo la causa bioquímica de inesperadas complicaciones, mala evolución o recidivas. Si este es su caso y le siguen aplicando terapias oncológicas agresivas, será difícil que su evolución sea favorable. Alguien debe mejorar su inflamación, función mitocondrial y sistema inmunitario, para hacer posible vencer la enfermedad. Y este alguien es el médico de medicina micronutricional, el oncólogo no es experto en este campo. Aunque lo ideal sería que actuaran conjuntamente.

Debe saber que la terapia micronutricional aumenta la eficacia del tratamiento convencional y reduce el daño que produce en las células y órganos sanos, evitando efectos secundarios y secuelas patológicas. Lo que puede permitir reducir dosis y podría evitar la necesidad de aplicar algunas de las terapias agresivas, así como, nuevos tratamientos para las secuelas ocasionadas. Se ha demostrado que la quimioterapia a dosis más bajas y más frecuentes que las habituales puede ser más eficaz al no afectar al microambiente tumoral y reducir la toxicidad. Por otra parte, cuando el riesgo genético del cáncer no es muy elevado, la aplicación de una adecuada micronutrición podría ayudar a optar por no aplicar o reducir los tratamientos convencionales tóxicos.

La elevada resistencia del cáncer a los tratamientos convencionales con resultados poco satisfactorios en sobrevivencia y calidad de vida, es la conclusión de estudios realizados en personas tratadas sin terapia micronutricional. Estoy convencido de que los resultados estadísticos serían más positivos aplicando, al mismo tiempo, dicha terapia. El cáncer que padece no puede vencerse únicamente atacando a sus células cancerosas, es imprescindible crear unas condiciones que les dificulte al máximo surgir, sobrevivir, crecer y extenderse, apoyando al mismo tiempo a las células sanas, de las que también depende la evolución del cáncer. Si su oncólogo está completamente cerrado a aplicar micronutrición, debe considerar cambiar de especialista, para no tener problemas con su calidad de vida, la evolución de su enfermedad y las secuelas de los tratamientos aplicados. Pero de igual modo le digo que si el médico de medicina micronutricional está cerrado y en contra de la medicina convencional, considere también cambiar de profesional.

Por último, decir que la micronutrición debería simplemente integrase en el tratamiento convencional del cáncer y de cualquier enfermedad. En medicina, la experiencia es más útil en la práctica clínica que los estudios, aunque estos sean necesarios. El acúmulo de experiencia es equivalente a evidencia y la falta de evidencia por estudios no significa falta de efectividad, y en muchos problemas de salud existen tratamientos micronutricionales con suficiente experiencia para afirmar que ayudan a solucionarlos, y ya no precisan inversión en I+D. En ellos no se precisan los cientos de millones de euros necesarios para buscar soluciones sin conocer si se encontrarán, y bastaría con validarlos, pero para esto haría falta dinero desinteresado o público ya que la mayoría de veces no es posible una patente con sus beneficios económicos. En mi opinión, para avanzar realmente en los resultados obtenidos, el tratamiento oncológico convencional debería siempre incorporar la micronutrición y reducción de toxicidad. Así se actuaría sobre: los factores externos causales, la salud general de la persona y sus funciones orgánicas, el sistema inmunitario global, el exceso de oxidación-inflamación, los cambios bioquímicos causales comunes, y el microambiente tumoral. Se abrirían nuevas vías de investigación distintas a las focalizadas en terapia molecular dirigida con patentes y beneficios, pero muy necesarias y útiles para el paciente oncológico. Mejoraría la evolución de los pacientes, y los clínicos y científicos se animarían a realizar seguimientos y estudios para investigar nuevos protocolos de terapia micronutricional, y averiguar cuáles de los protocolos convencionales establecidos son realmente útiles y es necesario aplicar, posibilitando su modificación e individualización para conseguir una menor agresividad y una mayor eficacia en la supervivencia y calidad de vida de las personas afectadas.