Extracto del artículo

Los test genéticos vía directa al consumidor o por un profesional no experto en genética no son aconsejables.

Cuando se considere necesario un estudio genético en la persona, por sus antecedentes familiares y características clínicas, siempre es un médico genetista el que debe dirigir el estudio e interpretar los resultados.

En el caso de una persona ya diagnosticada de cáncer, los estudios genéticos son una importante herramienta implicada en la terapia dirigida aplicada por el oncólogo.

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Actualmente pueden realizarse análisis genéticos relacionados con el cáncer:

  • vía directa al consumidor,
  • a través de profesionales de diversas especialidades,
  • formando parte de la consulta de genetistas o
  • de los oncólogos que tratan a una persona con cáncer.

Los test genéticos vía directa al consumidor o por un profesional no experto en genética no son aconsejables por diferentes motivos:

  • Actualmente solo sabemos interpretar una parte del genoma. Algunas variantes genéticas indican un riesgo importante, otras apenas lo predicen, otras no indican nada, y la mayoría tienen un significado desconocido.
  • Los test comerciales utilizan polimorfismos diferentes, y los resultados de una misma muestra mandada a laboratorios diferentes pueden ser contrarios. Solo deberían realizarse los test genéticos más validados, y en laboratorios de calidad evaluados.
  • Estos test genéticos pueden dar falsos positivos al cáncer, con un porcentaje muy elevado de variantes erróneas.
  • Una misma variante genética puede ser interpretada de forma totalmente diferente según el laboratorio y el profesional, hasta el punto de que unos pueden considerar poco riesgo y otros recomendar cirugía.
  • El resultado del test genético indica un riesgo de cáncer igual o menor al de la población general, o detecta variantes que advierten de un riesgo aumentado de cáncer; pero no tiene en cuenta otras variantes genéticas que pueden proteger del cáncer, otras que pueden incrementar el riesgo… Ni tampoco tienen en cuenta la gran influencia en cómo se expresarán estos genes de los factores bioquímicos comentados dependientes de factores externos causales como la alimentación, los micronutrientes, los tóxicos, las radiaciones, la actividad física, el sueño, el estrés y las emociones.

Por tanto, la mala interpretación de los resultados genéticos puede aumentar de manera innecesaria la ansiedad y preocupación de la persona, o provocar una falsa seguridad que le lleve a no modificar favorablemente los factores externos causales de cáncer.

Cuando se considere necesario un estudio genético en la persona, por sus antecedentes familiares y características clínicas, siempre es un médico genetista el que debe dirigir el estudio e interpretar los resultados. 

En el caso de una persona ya diagnosticada de cáncer, los estudios genéticos son una importante herramienta implicada en la terapia dirigida aplicada por el oncólogo. Aunque debe tenerse en cuenta que los riesgos genéticos se valoran en base a estudios y seguimientos de personas que no han modificado sus condiciones causales, ni han aplicado medicina micronutricional, precisamente lo que más influye en la expresión de los genes responsables del cáncer.